Tota Pulchra Est

0

Todo comienza con la representación de la novia del cantar de los cantares y de la visión de San Juan en Patmos, donde nos describe a la "Mujer Apocalíptica" coronada con doce estrellas, la luna a sus pies y pisando al dragón de las siete cabezas

Detalle de la Inmaculada de Murillo

Antonio Fuentes. Llega diciembre, con él la Navidad, los belenes, el alumbrado, y antes, la solemnidad de la Inmaculada Concepción de María. 

Te has parado a pensar alguna vez por qué se representa así, por qué esos colores, por qué su estética... Pues hoy vamos a conocer brevemente el origen de esta representación, tan arraigada que su colorido y a veces incluso sus formas, se ven reflejadas en el atuendo de nuestras imágenes marianas dolorosas y de gloria. 

Todo comienza con la representación de la novia del Cantar de los Cantares y de la visión de San Juan en Patmos, donde se nos describe a la “Mujer Apocalíptica”, coronada con doce estrellas, la luna a sus pies y pisando al dragón de siete cabezas. En un principio podríamos dejar aquí esta idea, pero hay antecedentes que se reflejan en esta iconografía, y es que, el cristianismo, desde su origen asimiló representaciones y motivos paganos o de la religión clásica, y de aquí podemos establecer una clara relación entre la Inmaculada y la diosa Diana o Artemisa. 

“en sus primeras representaciones de la Inmaculada emplea el color Jacinto, que es lo que viene siendo rojizo para la túnica”

La Inmaculada según Francisco Pacheco
Su representación pictórica, tan arraigada en la cultura sevillana, en primer lugar se debe en gran medida a Francisco Pacheco, el cual en su tratado de pintura, establece la forma correcta de representar a la Virgen en esta advocación, siempre con manto azul y túnica blanca, símbolo de pureza, aunque él, en sus primeras representaciones de la Inmaculada emplea el color Jacinto, que es lo que viene siendo rojizo o rosáceo para la túnica. 

Las Inmaculadas de Pacheco miran hacia abajo, y este se atreve a afirmar que el hecho de que se pudieran ver los pies de la Virgen o se la representara con algún ángel que la toca era un acto indecoroso. 
Del mismo modo era frecuente representarla rodeada de las letanías lauretanas, hecho relacionado con el Cantar de los Cantares, tales como la torre de David, el jardín cerrado, la puerta del cielo... 
Esta representación, es conocida como "Tota Pulchra", pues asi es como comienza la poesía del Cantar de los cantares que refleja esta representación.

El mismo Pacheco muchas veces asimila las letanías a la propia Sevilla, su paisaje y sus elementos característicos. Mas adelante, Murillo es quien le confiere la estética que más conocemos, le alza la mirada y practicamente funde la iconografía de la Inmaculada con la de la Asunción de la Virgen.

Así que ahora, en estos días, podremos comprender mejor por qué ataviamos a nuestras imágenes de azules, blancos y rojos, y hagamos el ejercicio de contemplar en cada una de nuestras Vírgenes esa mujer sin mancha, concebida en el Abrazo en la Puerta Dorada de sus padres, Joaquín y Ana, y con su contemplación, preparémonos, igual que se va preparando la corona de Adviento para recibir al Mesías, porque un año más, viene a nosotros para darnos su lección de Amor y Humildad. Feliz Navidad.

Entradas que pueden interesarte

Sin comentarios